Prensa

 

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Artistas y aficionados critican que el flamenco "agoniza en Andalucía" por una política cultural "errónea"


"Deriva en la desaparición de festivales flamencos andaluces, y en la exclusión del 85% de artistas en beneficio de unos cuantos", apuntan


SEVILLA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Artistas flamencos como Juan Pinilla o El Cabrero, músicos como Manu Chao, actrices como María Estévez, intelectuales, aficionados, políticos y la Asociación de Artistas Flamencos (AAF) han firmado un manifiesto en el que critican que el flamenco "se prodiga con subvenciones públicas andaluzas en escenarios nacionales e internacionales mientras agoniza en Andalucía".

Según los firmantes de este manifiesto, consultado por Europa Press, nace frente a "una política cultural que ha derivado, entre otras, en la desaparición del tejido de festivales flamencos andaluces y en la precariedad de la Red de Peñas Flamencas de Andalucía; una política que significa también la exclusión del 85 por ciento del colectivo de artistas flamencos en beneficio de un limitado círculo de privilegiados por las ayudas públicas", indican, "una situación --añaden-- sobre la que ha alertado recientemente la Asociación de Artistas Flamencos".

De este modo, como ejemplo el manifiesto recoge que la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco "invirtió, en subvenciones, en 2009, un total de 2.308.270,89 euros, de los cuales 1.361.217,50 a proyectos destinados principalmente a escenarios internacionales y teatros nacionales y comunitarios; 459.623,12 euros para 'colaboraciones puntuales' --partida cuyos beneficiarios y criterios de adjudicación se desconocen--; 175.600 para las actividades anuales de todas las Peñas Flamencas; 177.235 para los circuitos provinciales de recitales de las Federaciones de Peñas Flamencas y, finalmente, sólo 134.595,25 para la red de Festivales de los pueblos andaluces".

Así, los firmantes señalan que el resultado de "esta política errónea, superficial y excluyente dibuja un panorama desolador en Andalucía, sobre todo en las zonas rurales, y floreciente fuera de nuestra comunidad y muy especialmente en el extranjero". "Se subvencionan con dinero de todos los andaluces, festivales por todo el mundo, giras internacionales de ciertos artistas y programas, producidos por la Agencia del Flamenco, destinados a las capitales de provincia, mientras los pueblos de Andalucía ven como desaparecen uno a uno sus festivales anuales, algunos con más de 30 años de antigüedad", lamentan.

Afirman que es "flagrante la discriminación que sufre la población rural andaluza en el reparto de los fondos destinados al flamenco", mientras que "es este mismo sector de población el que genera la inmensa mayoría de los artistas flamencos, los estilos de cante que hoy conocemos y buena parte de los fondos que administra la Agencia".

Como muestra señalan que en 2008, se otorgaron a un bailaor, entre otras ayudas, 52.500 euros para "Gira EEUU, Suiza, Puerto Rico, Francia", mientras que ese mismo año "los Festivales de los Pueblos de Andalucía recibieron una media de 1.500 euros por festival". En 2009, "una bailaora obtuvo, también entre otras ayudas, 60.000 euros para una producción personal mientras las Federaciones Provinciales de Peñas Flamencas de Andalucía se tenían que conformar con 8.000 euros por provincia, para todo su circuito anual de recitales", destacan.

"Ante este panorama --apuntan los firmantes del manifiesto-- entendemos que en Andalucía las instituciones culturales públicas obligadas constitucionalmente a velar por un Arte que se pretende Patrimonio de la Humanidad han hecho una gestión de los fondos destinados al flamenco que discrimina a la población andaluza y excluye a la mayoría del colectivo flamenco, teniendo una enorme responsabilidad en la situación agónica que vive el flamenco en Andalucía".

"GRAVÍSIMA SITUACIÓN"

Por tanto, exigen que dada la "gravísima" situación que atraviesa el flamenco en la Comunidad Autónoma, "se le dé prioridad en los presupuestos y se dote a los organizadores de Festivales Flamencos, a las Peñas Flamencas, Casas de Cultura y Teatros de la Comunidad de una subvención anual, equitativa y suficiente para desarrollar libre y dignamente su actividad", además de pedir que "se modifiquen los criterios de selección de los asesores o expertos que deciden la concesión de subvenciones y otras ayudas".

En este sentido, lo firmantes exigen que "se cuente, entre otros, con las Peñas Flamencas y la Asociación de Artistas Flamencos que representan a la población flamenca y a sus artistas", dentro de este consejo asesor, cuya composición debería "modificarse bianualmente para que la participación de todas las comarcas de Andalucía sea posible", aseveran.

Por último, solicitan que la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco y otros organismos públicos "se abstengan de hacer competencia desleal a los profesionales técnicos del espectáculo y que sus aportaciones a cualquier tipo de programación sean presupuestadas, transparentes y se traduzcan en euros y no en artistas contratados y pagados por la institución pública", concluyen.


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EL TALLER DE LAS CAMPANAS

jueves 30 de septiembre de 2010
La Junta de Andalucía contra el Flamenco

Esa cantinela de declarar el Flamenco como patrimonio de la humanidad me traía ya un poco preocupado. ¿Patrimonio de la humanidad? A ver si conseguimos que lo sea de Andalucía... y después ya veremos.

El arte Flamenco, es una condición estrictamente andaluza, forma parte de la ideosincracia de cada pueblo andaluz, raro es el pueblo o comarca que no tenga su propia variante en cualquiera de los interminables palos en los que se divide. Utrera tiene su Soleá, Campillos tiene su Bambera o Almería tiene su propia Temporera. Cada cantaor puede tener su propio cante condimentado por su variante en la guitarra que acaba heredándolo su pueblo, porque el cante siempre enraiza en la tierra, esa tierra tan singular, compuesta por los minerales y nutrientes adecuados, para ser comprendido y sentido.

Sin embargo, raros son los momentos de apogeo vividos por este arte en nuestra propia tierra e incluso en sus pocos momentos de alza, ha necesitado defenderse de las corrientes musicales anglofonas, siempre más superficiales, más pegadas a la industria de las modas, la manipulación y el dinero. La última gran embestida de este arte, la pudimos vivir a finales de los '80 y principio de los noventa, capitaneada por una voz inolvidable, la voz de Camarón y unas manos prodigiosas para tocar la guitarra, como son las manos de Paco de Lucía. Hubo y todavía hay muchos artistas más, con unas condiciones magistrales que hacen al Flamenco admirable, pero fueron estas dos figuras las que engacharon a una juventud que hasta entonces se encontraban aleccionada por la propaganda de la industria musical, en la alevosa patraña de que el Flamenco era cosa de viejos que no entienden de música.

Este auge del flamenco que llega hasta nuestros días con recuperaciones de cantes antiguos, con fusiones interesantísima con otras músicas étnicas, con el resurgimiento de nuevos valores artísticos y nuevos y grandes investigadores de este universo, se vió sumamente impulsada por el ímpetu que cantaores, como Antonio Mairena, aportaron a partir de los '70, para reforzar definitivamente los festivales de los pueblos y las peñas flamencas. Los festivales y las peñas vienen siendo casi la única opción del desarrollo artístico y económico del colectivo de artistas flamencos. Más los festivales que la peñas, pues son más abiertos y llegan a más público y, sobre todo a más jóvenes. Los festivales y las peñas, por este orden, porque las empresas discográficas ibéricas, aún siguen como en los tiempos de la dictadura, cuando muchos de los buenos artistas flamencos se tenían que ir y aún se siguen yendo, a grabar al extranjero, sobre todo a Francia o a EEUU. Mi más sentido recuerdo a “El Chino”.

Los festivales son el alimento más nutritivo de nuestro arte andaluz, pero a los festivales les ha salido un enemigo muy fuerte: La Junta de Andalucía. Desde hace varios años las subvenciones para los festivales de los pueblos se han reducido considerablemente. Según informan el blog: http://flamencoesunderecho.blogspot.com/, y la red social: http://www.facebook.com/pages/Flamenco-para-los-pueblos-de-Andalucia-y-la-Humanidad/138686509499456?v=wall: “la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco invirtió, en subvenciones, en 2009, un total de 2.308.270,89 €, de los cuales: 1.361.217,50 € en proyectos destinados principalmente a escenarios internacionales y teatros nacionales y comunitarios; 459.623,12 € para “Colaboraciones puntuales” (partida cuyos beneficiarios y criterios de adjudicación se desconocen); 175.600 para las actividades anuales de todas las Peñas Flamencas; 177.235 para los circuitos provinciales de recitales de las Federaciones de Peñas Flamencas y, finalmente, sólo 134.595,25 para la red de Festivales de los pueblos andaluces.” “Sólo con 900.000 € de esta inversión se organizarían 60 grandes festivales en Andalucía... pero lo que está sucediendo es que festivales como el de Montilla, La Parpuja de Chiclana, La Rambla, Ëcija o el de Castilblanco hayan ya desaparecido”.

La Junta de Andalucía, por tanto, se quiere cargar el flamenco. Yo no creo que sea una estrategia alevosa, es simplemente que no entienden este arte como arte y, como lo únio que los conmueve es el dinero, lo quieren reconvertir en eso: en negocio. De ahí, esta nueva estrategia de propagar lo de “Flamenco como patrimonio de la Humanidad”, campaña que inició la CEHA (Centro de Estuios Históricos Andaluces) con toda la buena intención de mundo y que aprovecha la Junta para subvencionar festivales en países de población propensa a ejercer el turismo y a cantaores fieles al régimen y sumisos a lo que conviene o no conviene que se cante. Es decir, hemos vuelto al franquismo y, como no, de la mano de un señor de Madrid, Griñán. Los tiempos en los que el flamenco o pseudoflamenco de pandereta, servía de reclamo al turista adinerado o al señorito de Madrid, como Griñán, que pedían a: “morancos y gitanos de esos de Andalucía que nos monten una juerga este fin de semana”, están nuevamente cerca.

Publicado por scotta en 9/30/2010 04:44:00 PM


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Artistas flamencos lamentan que la ayuda de la Agencia del Flamenco a Mont-de-Marsan "no beneficie a todos"


Critican que el Festival francés presente un cartel con artistas que estarán en otros festivales como la Bienal o Suma Flamenca

SEVILLA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -


La Asociación de Artista Flamencos (AAF) lamentó hoy que la aportación "importante" --25.000 euros-- que la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco dará a tres espectáculos que forman parte del cartel del Festival Mont-de-Marsan --Arcángel, Moraíto con La Macanita y el espectáculo 'Flamenco ecológico'-- "no llegue para beneficio de los artistas en general, sino de los pocos que están en el candelero".

Además, esta Asociación informó a Europa Press de que en esta ocasión el Festival francés, que se desarrollará del 5 al 9 de julio, "presenta un cartel con artistas que este año estarán en otros festivales como son la Bienal de Flamenco de Sevilla o el Festival Suma Flamenca de la Comunidad de Madrid", una situación que "no es nueva y se repite una y otra vez", criticó.

En este sentido, la AAF quiso dejar claro que desde su creación "persigue hacer notar las carencias del sector profesional para buscar soluciones y mejorar la vida laboral de la gran mayoría de artistas flamencos que prácticamente quedan relegados a malvivir con su arte o dedicarse a otra cosa, porque los programadores actuales han decidido proteger a unos y cerrar los ojos ante muchos", manifestó.

Asimismo, la Asociación pidió, ante la situación actual de crisis "en la que la cultura es de las primeras piezas en caer", puntualizó, que "si se dispone de pocos festivales hay que hacer que sean el mejor escaparate para mostrar la buena salud del flamenco", y "dudamos mucho que esta salud se componga de tan poquitos artistas como se ofrecen", agregó.

Por tanto, alegó la AAF, "si se pretende que el flamenco sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, deberían primero cuidar de quien hace posible que éste exista, sus artistas, ya que sin ellos no habría arte que elogiar", enfatizó.

"Como aparece en la candidatura, el flamenco es inmaterial, pero se expresa a través de las personas, y a éstas hay que mantenerlas vivas para que puedan desarrollar su arte", concluyó la AAF.